30 ago 2011

Arte en Latinoamerica

El arte latinoamericano comienza propiamente con la llegada a América de los pueblos latinos procedentes de Europa (españoles, portugueses, italianos, franceses). Si bien había previo a la llegada de los latinos un amplio desarrollo artístico de parte de las distintas culturas indígenas que habitaron el continente antes de la invasión española en el siglo XVI, y éstas influenciarían los desarrollos artísticos regionales, no se les puede catalogar como 'latinoamericanas' ya que estos pueblos no hablaban una lengua latina. El arte de estos pueblos se cataloga más bien como precolombino.

En el siglo XIX
El eurocentrismo artístico, basado en el clasicismo y el realismo enseñado en las varias academias fundadas por las nuevos estados, continuó su predominio tras la independencia. Entre los artistas de este período se puede mencionar a los argentinos Eduardo Sívori, Prilidiano Pueyrredón, Ernesto de la Cárcova, los chilenos Pedro Lira y Alfredo Valenzuela Puelma, los brasileños Victor Meirelles y Manuel de Araújo Porto-alegre o los mexicanos Santiago Rebull y José María Velasco, entre otros.
"El Despertar de la Criada"- Eduardo Sívori                    "Capataz y Peón de Campo"- Prilidiano Pueyrredón




"Sin Pan y Sin Trabajo"- Ernesto de la Cárcova







"El Niño Enfermo"-Pedro Lira
"Batalla de Riachuelo"- Victor Meirelles

"Magdalena en Penitencia"- Alfredo Valenzuela Puelma

Manuel de Araújo Porto Alegre

"La Muerte de Marat"- Santiago Rebull

"Villa de Oaxaca"- José María Velasco

En el siglo XX
Ya a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el arte latinoamericano comenzó a inspirarse en los distintos movimientos surgidos dentro del modernismo europeo, como fueron el cubismo, el contructivismo o el surrealismo. El muralismo es uno de los principales movimientos artístico surgidos en Latinoamérica y es representado por pintores como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Rufino Tamayo en México, y Pedro Nel Gómez y Santiago Martínez Delgado en Colombia. El uruguayo Joaquín Torres García fue un representante importante del constructivismo. Dentro del surrealismo algunos de los principales representantes lo fueron el cubano Wilfredo Lam, el chileno Roberto Matta, o la mexicana Frida Kahlo.

Diego Rivera

Frida Kahlo


Arte Colombiano




A partir de finales de la década de 1950, se inicia en Colombia el gran movimiento de las expresiones artísticas tales como la pintura y la escultura que hasta entonces no habían tenido el suficiente reconocimiento. Con la llegada al país de Marta Traba, una reconocida crítica de arte argentina, se inicia el boom de la plástica colombiana que habría de desarrollarse casi en forma simultánea con el surgimiento de la corriente llamada realismo mágico en la literatura latinoamericana cuyo máximo exponente fue el ganador del Premio Nobel, Gabriel García Márquez.

Fue entonces cuando empezaron a surgir los grandes de la pintura colombiana como Alejandro Obregón y Fernando Botero y de la escultura, Edgar Negret y Eduardo Ramírez Villamizar.
 



      Alejandro Obregón



Fernando Botero

Edgar Negret

Eduardo Ramirez Villamizar

Este movimiento sin precedentes habría de generar otras figuras como Beatriz González, Santiago Cárdenas, Ana Mercedes Hoyos, Carlos Rojas, Manuel Hernández y muchos otros más, cuyas obras lograron gran reconocimiento no sólo nacional sino internacional como Fernando Botero, hoy, un artista de talla mundial cuyas obras: pintura, dibujo y escultura, reflejan personajes y objetos caracterizados por su rotundez, en la cual hay influencias de los grandes maestros y de la pintura del período colonial y de las cerámicas y esculturas precolombinas. Una pintura excesiva e irrigada de realismo mágico, según el crítico de arte, Germán Pubiano Caballero.


Beatriz Gonzalez


Santiago Cárdenas

Ana Mercedes Hoyos

Carlos Rojas

Manuel Hernández



La celebración de salones nacionales y premios anuales así como el apoyo de las entidades estatales encargadas de estimular y patrocinar la creatividad y el talento de los artistas colombianos han contribuido grandemente al desarrollo de nuevas figuras y movimientos dentro de la plástica nacional.

Hoy, las principales ciudades, Bogotá y Medellín en especial, cuentan con importantes museos y galerías de arte, donde puede verse una gran parte de la obra de Fernando Botero. El arte colombiano contemporáneo no sólo refleja la realidad plena de humor, surrealismo y exuberancia de un país en donde muchas veces lo real supera a la fantasía, sino también, las diferentes tendencias del arte internacional.


29 ago 2011

Arte Fotográfica

Hasta finales del siglo XIX la fotografía es valorada en cuanto a la capacidad para captar imágenes con la mayor fidelidad posible. En ningún momento se plantea el valor artístico que ésta pueda contener.

El exceso de cámaras fotográficas convierten a la fotografía en un hecho insignificante y vulgar sin valor artístico alguno y por eso los fotógrafos cansados de la clásica foma de composición trabajan en nuevas técnicas fotográficas.

Los fotógrafos buscan el toque artístico imitando al dibujo y a la pintura. La fotografía artística busca su diferenciación en la composición basada en las reglas de la pintura. El impresionismo influye en la fotografía fundamentando sus contenidos en el contraste de luces y sombras. La fotografía pretende imitar a la pintura impresionista y ésta a su vez utiliza la fotografía para el estudio del color.

El modernismo también influye en la fotografía. Del 1900 al 1920 ha sido considerada la etapa de la fotografía artística. Durante este período se manifiestan tres actitudes artísticas: impresionismo, realismo y surrealismo. Y a su vez, dentro de estas tres fluctuan: el pictorialismo, la fotografía pura, fotografía objetiva, nuevo realismo, etc.



Las vanguardias acogen al futurismo, surrealismo, dadaismo, etc. En la primera década del siglo XX, la fotografía y pintura se funden, empleando recortes impresos y fotografías, creando los collages aceptados por futuristas y dadaistas. Algunos autores del movimiento vanguardista son: Picasso, Renau, Dalí o André Breton. El surrealista André Breton presenta la fotografía como heredera de la pintura. Alvin Langdon manipula la perspectiva a semejanza del cubismo.
El cine y la fotografía intercambian valores durante los años treinta. De hecho algún autor considera al cine como punto de partida en la fotografía de vanguardia. Experimentados fotógrafos llegan al cine ya que en las imágenes mudas son muy importantes la escenificación y la pose calculada para construir un conjunto de imágenes estáticas que crean el movimiento.

La aplicación de la fotografía al cine alcanzó varios campos pero mayoritariamente la cartelería. También la literatura y fotografía se dan la mano. Las palabras constituyen imágenes y las imágenes sugieren la historia.

A partir de la fotografía surgen los pies de foto prolongados en comentarios, ensayos o cuentos. La ilustración de clásicos de la literatura y de textos periodísticos hacen de la fotografía un miembro relevante en el arte de las letras.



El Surrealismo.

El Surrealismo es un movimiento artístico y literario surgido en Francia a partir del dadaísmo, en la década de los años 1920, en torno a la personalidad del poeta André Breton.
Los surrealistas señalaron como precedentes de la empresa surrealista a varios pensadores y artistas, como el pensador presocrático Heráclito, el Marqués de Sade y Charles Fourier, entre otros. En la pintura, el precedente más notable es Hieronymus Bosch "el Bosco", que en los siglos XV y XVI creó obras como "El jardín de las delicias" o "El carro de heno". El surrealismo retoma estos elementos y ofrece una formulación sistemática de los mismos.

El Jardín de las Delicias
 El Carro de Heno
La primera fecha histórica del movimiento es 1916, año en que André Breton, precursor, líder y gran pensador del movimiento, descubre las teorías de Sigmund Freud y Alfred Jarry, además de conocer a Jacques Vache y a Guillaume Apollinaire. Durante los siguientes años se da un confuso encuentro con el dadaísmo, movimiento artístico precedido por Tristan Tzara, en el cual se decantan las ideas de ambos movimientos. Estos, uno inclinado hacia la destrucción nihilista (dadá) y el otro a la construcción romántica (surrealismo) se sirvieron como catalizadores entre ellos durante su desarrollo.

En el año 1924 Breton escribe el primer Manifiesto Surrealista y en este incluye lo siguiente:
Indica muy mala fe discutirnos el derecho a emplear la palabra surrealismo, en el sentido particular que nosotros le damos, ya que nadie puede dudar de que esta palabra no tuvo fortuna, antes de que nosotros nos sirviéramos de ella. Voy a definirla de una vez para siempre:

Surrealismo: "sustantivo, masculino. Automatismo psíquico puro, por cuyo medio se intenta expresar, verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral."

Filosofía: "El surrealismo se basa en la creencia de una realidad superior de ciertas formas de asociación desdeñadas hasta la aparición del mismo, y en el libre ejercicio del pensamiento. Tiende a destruir definitivamente todos los restantes mecanismos psíquicos, y a sustituirlos por la resolución de los principales problemas de la vida.
Han hecho profesión de fe de Surrealismo Absoluto, los siguientes señores: Aragon, Baron, Boiffard, Breton, Carrive, Crevel, Delteil, Desnos, Eluard, Gerard, Limbour, Malkine, Morise, Naville, Noll, Peret, Picon, Soupault, Vitrac."

Tal fue la definición del término dada por los propios Breton y Soupault en el primer Manifiesto Surrealista fechado en 1924. Surgió por tanto como un movimiento poético, en el que pintura y escultura se conciben como consecuencias plásticas de la poesía.

En El surrealismo y la pintura, de 1928, Breton expone la psicología surrealista: el inconsciente es la región del intelecto donde el ser humano no objetiva la realidad sino que forma un todo con ella. El arte, en esa esfera, no es representación sino comunicación vital directa del individuo con el todo. Esa conexión se expresa de forma privilegiada en las casualidades significativas (azar objetivo), en las que el deseo del individuo y el devenir ajeno a él convergen imprevisiblemente, y en el sueño, donde los elementos más dispares se revelan unidos por relaciones secretas. El surrealismo propone trasladar esas imágenes al mundo del arte por medio de una asociación mental libre, sin la intromisión censora de la conciencia. De ahí que elija como método el automatismo, recogiendo en buena medida el testigo de las prácticas mediúmnicas espiritistas, aunque cambiando radicalmente su interpretación: lo que habla a través del médium no son los espíritus, sino el inconsciente.

Durante unas sesiones febriles de automatismo, Breton y Soupault escriben Los Campos Magnéticos, primera muestra de las posibilidades de la escritura automática, que publican en 1921. Más adelante Breton publica Pez soluble. Dice así el final del séptimo cuento:
"Heme aquí, en los corredores del palacio en que todos están dormidos. ¿Acaso el verde de la tristeza y de la herrumbre no es la canción de las sirenas?"
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Técnicas en El Arte Surrealista
encontrado") al ensamblaje de objetos incongruentes, como en los poemas visibles de Max Ernst. Este último inventó el frottage (dibujos compuestos por el roce de superficies rugosas contra el papel o el lienzo) y lo aplicó en grandes obras como Historia Natural, pintada en París en 1926.

Otra de las nuevas actividades creadas por el surrealismo fue la llamada cadáver exquisito, en la cual varios artistas dibujaban las distintas partes de una figura o de un texto sin ver lo que el anterior había hecho pasándose el papel doblado. Las criaturas resultantes pudieron servir de inspiración a Miró.

En el terreno literario, el surrealismo supuso una gran revolución en el lenguaje y la aportación de nuevas técnicas de composición. Como no asumía tradición cultural alguna, ni desde el punto de vista temático ni formal, prescindió de la métrica y adoptó el tipo de expresión poética denominado como versículo: un verso de extensión indefinida sin rima que se sostiene únicamente por la cohesión interna de su ritmo. Igualmente, como no se asumía la temática consagrada, se fue a buscar en las fuentes de la represión psicológica (sueños, sexualidad) y social, con lo que la lírica se rehumanizó después de que los ismos intelectualizados de las Vanguardias la deshumanizaran, a excepción del Expresionismo. Para ello utilizaron los recursos de la transcripción de sueños y la escritura automática, y engendraron procedimientos metafóricos nuevos como la imagen visionaria. El lenguaje se renovó también desde el punto de vista del léxico dando cabida a campos semánticos nuevos y la retórica se enriqueció con nuevos procedimientos expresivos.


28 ago 2011

Dadaísmo

El dadaísmo es un movimiento cultural que surgió en 1916 en el Cabaret Voltaire en Zúrich, Suiza. Fue propuesto por Hugo Ball, escritor de los primeros textos dadá; posteriormente, se unió Tristan Tzara que llegaría a ser el emblema del dadaísmo. Una característica fundamental del dadaísmo es la oposición al concepto de razón instaurado por el Positivismo. Dadá se caracterizó por rebelarse en contra de las convenciones literarias y artísticas y, especialmente, por burlarse del artista burgués y de su arte.

Para los miembros de Dadá, el dadaísmo era un modus vivendi que hacían presente al otro a través los gestos y actos Dadá: acciones que pretendían provocar a través de la expresión de la negación dadaísta. Al cuestionar y retar el canon literario y artístico, Dadá crea una especie de antiarte, es una provocación abierta al orden establecido.
 

 Movimiento artístico surgido primero en Europa y posteriormente en Norteamérica; fue creado en el Cabaret Voltaire en Zúrich, Suiza entre 1916 y 1922 con Hugo Ball como fundador y, posteriormente, adoptado por Tristan Tzara, quien se convertiría en la figura representativa de dadá.Surgió del desencanto que sentían los miembros al vivir en la Europa del periodo tardío de la Primera Guerra Mundial y posteriormente, en actitud de rebelión a hacia la abulia y desinterés social característico de los artistas del periodo de entreguerras.

Dadaísta suele ser una sucesión de palabras y sonidos, lo que hace difícil encontrarle lógica. Se distingue por: la inclinación hacia lo dudoso, la muerte, lo fantasioso, y la constante negación. Así, busca renovar la expresión mediante el empleo de materiales inusuales o manejando planos de pensamientos antes no mezclables lo cual conlleva a una tónica general de rebeldía o destrucción.

El Dadá es caracterizado, también, por gestos y manifestaciones provocadoras en las que los artistas pretendían destruir todas las convenciones con respecto al arte, creando, de esta forma, un antiarte. Sus orígenes se localizan cuando una serie de artistas de distintas nacionalidades se encontraron como refugiados en Zúrich durante la Primera Guerra Mundial.

Artistas reconocidos de este movimiento fueron: Tristan Tzara y Marcel Jank de Rumanía, el francés Jean Arp y los alemanes Hugo Ball, Hans Richter y Richard Huelsenbeck. Tras varios encuentros informales en distintos cafés, empezó a tomar forma la idea de crear un cabaret internacional. La primera celebración tuvo lugar el 5 de febrero de 1916 en el Cabaret Voltaire, y consistió en un espectáculo de variedades con canciones francesas y alemanas, música rusa, música negra y exposiciones de arte. En ese mismo año se publicó un panfleto titulado Cabaret Voltaire conteniendo aportaciones de Guillaume Apollinaire, Filippo Tommaso Marinetti, Pablo Picasso, Amedeo Modigliani y Vasili Kandinski; en la cubierta aparecía un dibujo de Arp. En 1917 se inauguró la Galería Dadá y Tristán Tzara comenzó la publicación.

Dadá se presenta como una ideología total, como una forma de vivir y como un rechazo absoluto de toda tradición o esquema anterior. En el fondo es un antihumanismo entendiendo por humanismo la tradición anterior, tanto filosófica como artística o literaria.No por casualidad en una de sus primeras publicaciones había escrito como cabecera la siguiente frase de Descartes: «No quiero ni siquiera saber si antes de mí hubo otro hombre.»

El movimiento dadaísta es un movimiento antiartístico, antiliterario y antipoético porque cuestiona la existencia del arte, la literatura y la poesía. Por definición, cuestiona el propio dadaísmo.

Dadá se manifiesta contra la belleza eterna, contra la eternidad de los principios, contra las leyes de la lógica, contra la inmovilidad del pensamiento, contra la pureza de los conceptos abstractos y contra lo universal en general. Propugna, en cambio, la desenfrenada libertad del individuo, la espontaneidad, lo inmediato, actual y aleatorio, la crónica contra la intemporalidad, la contradicción, el no donde los demás dicen sí y el sí donde los demás dicen no; defiende el caos contra el orden y la imperfección contra la perfección. Por tanto en su rigor negativo también está contra el modernismo, y las demás vanguardias: el expresionismo, el cubismo, el futurismo y el abstraccionismo, acusándolos, en última instancia, de ser sucedáneos de cuanto ha sido destruido o está a punto de serlo. La estética dadá niega la razón, el sentido, la construcción del consciente. Sus formas expresivas son el gesto, el escándalo, la provocación. Para dadá la poesía está en la acción y las fronteras entre arte y vida deben ser abolidas.


Arte Contemporáneo

El arte contemporáneo, en sentido literal, es el que se ha producido en nuestra época: el arte actual. No obstante, el hecho de que la fijación del concepto se hizo
En el arte del siglo XX, como en todos los ámbitos de la vida contemporánea, la ruptura con los módulos tradicionales es una de las características esenciales. El constante cuestionamiento de los convencionalismos convierte en un valor en sí misma a la transgresión por el mismo hecho de ser provocativa (épater le bourgeoise), con que la provocación termina fijándose como una convención más, y por tanto, generadora de oposición tanto desde una óptica subversiva como conservadora (todo lo que no es tradición, es plagio -Eugenio D'Ors-).

Los constantes avances científicos acostumbran a individuo y sociedad a dar por sentado que las posibilidades para el desarrollo de cuotas cada vez más altas de bienestar y consumo sólo está frenado por obstáculos sociales y políticos que cada vez tienen menos sentido; o al menos cada vez se soportan con menos paciencia, se denuncian y no dejan de ser removidos, bien sea por el reformismo social e institucional, bien por revoluciones de muy distinto signo, movilizaciones de masas y las más violentas y mortíferas guerras de la historia.

La propia personalidad del hombre es objeto de cuestionamiento, a través de los obscuros caminos del inconsciente desvelados por el psicoanálisis.

El artista ha accedido a su completa libertad, o al menos es lo que de él se espera, en una nueva función social que lo equipara a poetas y pensadores (los intelectuales) que se supone que han de interpretar la realidad y señalar los caminos de futuro.

La técnica por un lado, pone al hombre en posición de poder intentarlo todo; pero no sin crearle al mismo tiempo una nueva esclavitud: la de la máquina (fordismo y cadena de montaje magistralmente reflejados en Tiempos modernos de Charles Chaplin -1936-), un mundo repetitivo de una intensidad agobiante que, pese a su comodidad, produce un gran desasosiego e insatisfacción, que el arte expresa a través de la irracionalidad.

Todo se ha intentado y todo se ha hecho posible, en la realidad como en el arte. Si se habla de una nueva arquitectura espacial, si es posible una ciudad subterránea, también la escultura se ha convertido en un objeto que se mueve, o confunde sus límites con la pintura, que se hace matérica. La misma música ha llegado a ser conjugada con las artes plásticas. Nunca ha habido una mayor capacidad asociativa entre las artes.

Pero es evidente que esta libertad para inventar y crear permite todo tipo de excesos, desde los excesos creativos conscientes de las vanguardias que el nazismo demonizó como arte degenerado, hasta los subproductos artísticos de consumo masivo que la élite desprecia como "de mal gusto": el kitsch (trivialidad y capricho sin depurar, deliberada o inconscientemente ajeno a la supuesta finalidad trascendental del arte).






27 ago 2011

El Arte

Este concepto es referente a toda producción o actividad realizada por el hombre con finalidad bien sea estética o comunicativa, con la cual se expresan sentimientos, emoicones, sensacioes, pensamientos, ideales, y muchas más; es la parte, según mi concepción, "humilde" ante la expresión en esencia de cada ser y la exposición que se le puede dar a este.
No buscamos una definición concreta ante el arte porque este lo puede ser todo, o es mucho. El arte no solo es la forma de expresar y transmitir, el arte va más allá de un sentimiento "expositivo" y conlleva al desarrollo no solo de técnicas destinadas para cada gusto o para cada arte, sino al desarrollo también del sentir através del otro y de comunicar el sentido que se le da a cada cosa, sea grande o pequeña, también vemos el arte de expresar lo que queremos simplemente porque así es lo que sentimos, sin prejuicios y sin buscar esa estética de "todo perfecto al ojo del mundo", es un "Cada cosa según mi concepto, criterio, sensación y sentimiento" o un "No me importa lo que puedas ver de mí, es lo que ahora pienso y así quiero expresarlo en propia esencia". El arte es SER.




 Obra de arte, obra artística o pieza artística, son las denominaciones que se dan al producto de una creación en el campo del arte. Dada la clásica identificación del concepto de "arte" con las bellas artes, suele restringirse el concepto de "obra de arte" a los productos de éstas: los de las artes plásticas denominadas "artes mayores" (pintura, escultura y arquitectura), las obras literarias y las obras musicales.


En el arte contemporáneo el campo de las bellas artes se ha expandido, volviendo a incorporar a las artes aplicadas prestigiadas con el término "diseño", e incluyendo a nuevas "artes": la fotografía (con sus sucesivas variantes tecnológicas y de nuevos soportes, como la cinematografía, la televisión, el videoarte, los videojuegos, etc.), el cómic y manifestaciones más difícilmente catalogables, como la performance, el arte conceptual y las denominadas "instalaciones artísticas".

La estética y la teoría del arte tienen como objeto determinar la naturaleza, los fines y la función del arte, y con ello si la finalidad de una obra de arte es la de imitar a la naturaleza (mímesis), limitarse a ser un objeto de belleza en sí mismo (con abstracción de cualquier otro referente), ser vehículo de la expresión del artista o de la comunicación con el espectador, aportar algún significado o simbolismo (en lo que se centran la semiótica y la iconografía). La naturaleza gratuita del arte (arte desinteresado o arte por el arte) entiende las obras de arte como opuestas a los objetos útiles o prácticos, a pesar de que muchas de ellas tengan funciones utilitarias (como servir de vivienda, o divulgar mensajes políticos o religiosos).




9 ago 2011

El Arte Abstracto

Arte abstracto es un concepto general, opuesto al concepto de arte figurativo, que remite a lo más esencial del arte, reducido a sus aspectos cromáticos, formales y estructurales. La abstracción acentúa las formas, abstrayéndolas, alejándolas de la imitación o reproducción fiel o verosímil de lo natural; rechaza cualquier forma de copia de cualquier modelo exterior a la conciencia del artista.
El concepto de arte abstracto se aplica a muchas y distintas artes visuales: pintura, escultura y artes gráficas. Su aplicación a otras artes plásticas, como la arquitectura o a artes no plásticas (música abstracta, danza abstracta o literatura abstracta), es menos evidente.

Se entiende por arte abstracto el que prescinde de toda figuración (espacio real, objetos, paisajes, figuras, seres animados e incluso formas geométricas si se representan como objetos reales, con iluminación y perspectiva). Una obra abstracta, entendida de forma estricta, no puede hacer referencia a algo exterior a la obra en sí misma, sino que propone una nueva realidad distinta a la natural.

El arte abstracto deja de considerar justificada la necesidad de la representación figurativa y tiende a sustituirla por un lenguaje visual autónomo, dotado de sus propias significaciones. El arte abstracto usa un lenguaje visual de forma, color y línea para crear una composición que puede existir con independencia de referencias visuales del mundo real.


El arte occidental había estado, desde el Renacimiento hasta mediados del siglo XIX, sometido a la lógica de la perspectiva y a un intento de reproducir una ilusión de realidad visible. El arte de culturas distintas a la europea se hicieron accesibles y mostraban formas alternativas de describir experiencias visuales a los artistas. A finales del siglo XIX muchos artistas sintieron la necesidad de crear un nuevo tipo de arte que asumiría los cambios fundamentales que se estaban produciendo en tecnología, ciencias y filosofía. Las fuentes de las que los artistas individuales tomaban sus argumentos teóricos eran diversas, y reflejaban las preocupaciones intelectuales y sociales en todas las áreas de la cultura occidental de aquella época.

La abstracción se aparta de la realidad en la representación de la imaginería en el arte. Este distanciamiento de una representación exacta puede ser sólo ligera, parcial o completa. La abstracción existe con cierta graduación. Incluso el arte que pretende verosimilitud del más alto grado puede ser abstracto, al menos en teoría, pues la representación perfecta es extremadamente improbable. La obra de arte que se toma libertades, alterando por ejemplo el color y la forma de maneras evidentes, puede decirse que en parte es abstracta. La abstracción total no conserva ninguna traza de referencia a nada reconocible. El arte figurativo y la abstracción total son casi mutuamente excluyentes. Pero el arte figurativo y el representativo (o realista) a menudo contiene algo de abstracción parcial. Entre los muy diversos movimientos artísticos que personifican una abstracción parcial estarían por ejemplo el fauvismo en el que el color está intencionadamente alterado en relación con la realidad, y el cubismo, que claramente altera las formas de la vida real en los objetos que representa.
 

 

Pero la abstracción pura, en la que no hay referencia alguna a realidades naturales, surgió alrededor de 1910, como reacción al realismo, e influido por la aparición de la fotografía que provocó la crisis del arte figurativo. Es una de las manifestaciones más significativas del arte del siglo XX. Este lenguaje se elaboró a partir de las experiencias de vanguardia precedentes. Por un lado, el fauvismo y el expresionismo liberaron el color, lo que derivó hacia la abstracción lírica o informalismo. Otra vía fue la del cubismo, que hizo hincapié en la conceptualización de la forma y de la composición, lo que llevó a otro tipo de abstracción, las diferentes abstracciones geométricas y constructivas. Tanto la abstracción geométrica como la abstracción lírica son a menudo totalmente abstractas. Por lo tanto, ya desde sus comienzos, el arte abstracto ha tendido hacia dos polos: uno, cuyos orígenes se remontan al fauvismo, es libre y lírico; el otro, inspirándose más en el cubismo, es rigurosamente geométrico.
 

 

En el siguiente video se verán imágenes de Kandinsky donde se refleja el arte abstracto

El Realismo Artístico

EL Realismo Artístico tiene una dimensión genérica que permite identificar arte y realidad. Esta postura se plasma en diversas formas de representar la realidad o naturaleza de una manera imitativa por lo que también se la denomina naturalismo.
Como objetivo o pretensión, la postura o perspectiva realista es compartida en rasgos generales por toda clase de arte figurativo; pero también por la literatura, e incluso por la música programática o descriptiva. En las artes plásticas puede cumplirse con muy distintos grados, desde las fronteras de la abstracción hasta el trampantojo. Ese enfoque realista del arte se ha dado en muy distintos estilos y épocas históricas a lo largo de la historia de la pintura y la historia de la escultura.
El arte realista puede definirse, en cuanto a su contenido, como el que representa los temas "de acuerdo con reglas seculares y empíricas" de modo que tales temas sean "explicables en términos de causas naturales, sin recurso a intervención sobrenatural o divina"; considerando la existencia de una realidad objetiva en tercera persona, sin embellecimiento o interpretación.
Tal aproximación implica inherentemente una creencia de que tal realidad es ontológicamente independiente de los esquemas conceptuales del hombre, de sus prácticas lingüísticas y creencias, y que puede ser conocido (o conocible) por el artista, que puede a su vez representar fielmente esa realidad.



El realismo en las artes tiende a representar personajes, situaciones y objetos de la vida cotidiana de forma verosímil. Tiende a descartar los temas heroicos en favor de temas más neutros, pegados a la tierra. 

El Realismo en el arte prehistórico y antiguo
Las primeras manifestaciones artísticas ya presentan la oposición de posibilidades entre la idealización o abstracción de rasgos, y el realismo, incluso un realismo tan impactante que hizo dudar durante años de la honestidad del descubrimiento de la Cueva de Altamira, que sólo fue aceptada tras el descubrimiento de más ejemplos de la denominada escuela franco-cantábrica.
La interpretación del arte griego, en que la mímesis de la naturaleza es algo esencial, identifica como idealismo la búsqueda de la belleza en una armonía y proporción que supera los rasgos reales de los seres humanos individuales.  No obstante, al equilibrio clásico del siglo V sucedió el helenismo, donde se buscó la representación del dolor, la voluptuosidad, las anécdotas cotidianas y las edades distintas a la plenitud de la madurez. El arte romano, heredero del helenismo, buscó la individualidad del retrato.




El Realismo en el arte Medieval y de La Edad Moderna
La plástica románica, como la bizantina, en una tendencia que había iniciado el arte paleocristiano, busca la estilización de los rasgos en pro de la representación idealizada de santos y cristos hieráticos; mientras que la plástica gótica pretende humanizarlos con representaciones más realistas, que expresan el dolor y la ternura. El renacimiento italiano, vinculado al humanismo filosófico, recuperó el antropocentrismo de la Antigüedad, al tiempo que con las leyes de la perspectiva y el tratamiento de la luz y las sombras consiguió dar a las representaciones del mundo un aspecto verosímil; mientras que el flamenco, con la técnica del óleo permitió un detallismo extraordinario y unos matices en el color hasta entonces insospechados.

El barroco es un arte realista, que se recrea en la representación de lo sórdido del dolor y la pobreza, o alternativamente expresa el triunfo y la gloria, con estallidos sensoriales y fuertes contrastes; además de ser un arte que va muy al detalle y la saturación de este con colores sobrios y cargados no solo se denota en la pintura sino también en la arquitectura, como vemos en la imagen siguiente.



El siglo XVIII presenció la simultaneidad de muy distintas aproximaciones artísticas a la realidad: el barroco tardío marcaba un extraordinario contraste entre el clasicismo de los exteriores y la sensualidad morbosa de los interiores privados (rococó); mientras que el neoclasicismo sometía a la realidad a la estrechez de las reglas académicas que el prerromanticismo se esforzaba en vulnerar, aunque ambos tendiendo más a conceptos idealistas que propiamente realistas.

En realismo en el arte de la Edad Contemporánea
Los movimientos artísticos denominados "realistas" de la Francia de mediados del XIX reaccionaban contra las emociones exageradas del romanticismo; sustituyéndolas por la búsqueda de la verdad en la precisión, y encontrando sus temas no en las lejanías del exotismo, el orientalismo, el medievalismo y otros historicismos; sino en la vida cotidiana y los conflictos propios de la revolución industrial y la sociedad de clases. La perspectiva realista pasó a ser sinónimo de búsqueda de lo feo, sórdido y marginal, para denunciarlo. También coincide con el realismo la perspectiva local y regional que en muchos casos se identifica con los movimientos nacionalistas que surgen por toda Europa en el siglo XIX.



En el siguiente video veremos realismo naturalismo.