Frida fue una artista mexicana muy reconocida por sus autorretratos, sus maravillosas pinturas y por ser de ideales revolucionarios, con los cuales mostraba aquellas cosas imposibles, surrealistas, con un sentimiento de dolor más profundo que el dolor físico, va más allá, y nunca abusó de su condición para llegar a donde llegó, fue reconocida por cómo logró, a través de ese sentimiento y todo lo que le causaba (emocionalmente) el contexto o ámbito en que vivía, transmitir con precisión tanto sus dolores interiores como lo que vivía México en ese momento, Frida tenía gran capacidad para comunicar con sus pinturas, con su arte, todo aquello que para ella implicaba vivir, sin hacerlo intencional, porque ella pintaba para sí, era su forma para exteriorizar todos y cada uno de los hechos que acompañaron su vida y que de seguro (según lo que pasaba en México) muchos otros revolucionarios también estaban viviendo.
Frida desde pequeña fue muy controvertida, en la escuela era parte de un grupo de alumnos rebeldes, con los cuales hizo muchas travesuras, denotando así su personalidad diferente para el estilo conservador de la época y que más adelante se convertiría en cómplice de las revoluciones en México.
Para la siguiente foto, Frida dentro de su capacidad de ir más allá, se viste de hombre y posa junto con su familia, causando así un tanto de intriga y controversia por su libre expresión:
Frida sufrió grandes lesiones por su accidente, con lo cual comienza a pintar, incluso el yeso que tenía, y principalmente el que le envolvía el torso, lo pintó. Cuando se recupera le muestra a Diego Rivera (muralista mexicano y revolucionario, a quien había conocido estando en el colegio) sus maravillosas pinturas. A él le gustan bastante y siguen en contacto, con lo cual se le da inicio a su relación. Luego contraen matrimonio y se le es llamado como el matrimonio del elefante y la paloma:
Esta relación fue parte del tormento de Frida, porque el hombre la amaba como a nadie pero le era infiel, se acostaba con sus modelos e incluso se acostó con la hermana de Frida, Cristina (la menor). A pesar de todo esto, Frida no dejaba de quererlo y aunque él la irrespetara ella seguía como atada a ese amor que parecía no tener mayor condicionamiento.
La vida de Kahlo fue una vida muy agitada e intensa, sin embargo, Frida supo vivirla a su propio modo y siempre defendiendo su criterio e irreverencia.
En su casa (actualmente el museo de la casa azul, hecha en honor a ella) hospedó a León Trotsky (revolucionario excluido de Rusia) y mantuvo un romance con este, la esposa de Trotsky se entera y se marchan de la casa de Frida.
Frida fue catalogada en el surrealismo a lo cual ella respondió: "Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad".
Finalmente Frida, luego de una vida agitada, queda postrada en su cama debido al dolor de sus heridas, pero eso no la detiene:
En 1953 la Galería de Arte Contemporáneo le organizó por primera en México una exposición, de la cual le había sido quitado el permiso por el médico por su mal estado físico, Diego asistió y dedicó unas hermosas palabras al arte de Frida, Diego quien era su mayor admirador la describió como lo que era ella y lo representativo en sus obras. Poco tiempo después se escucharon sirenas, y entra Frida en su cama cargada diciéndole así a su médico que ha cumplido con quedarse en esta acostada. Bebió y cantó toda la noche, muy feliz pasó un buen instante antes de morir.
Para su muerte, Frida pidió ser quemada junto con la cama justificando que había estado mucho tiempo acostada y una vez muerta no quería estarlo más. Y así fue, sus cenizas, las cenizas de la artista que maravilla por cómo hizo de sí misma una obra, se conservan en La Casa Azul en Coyoacán, México, museo que conserva también su obra, su vida, una parte de su ser.
Redacción por: Sara Cadavid